Llega una mujer muy asustada al consultorio de su ginecólogo y le dice:El perdón es una de las gracias más grandes que Dios nos ha dado, somos seres libres de pecado, pues tenemos el perdón siempre a la mano. Muchas veces pensamos que si cometimos un aborto somos seres aberrantes y monstruosos, o peor aún que los que lo cometieron son seres aberrantes y monstruosos. Y no perdonamos; no perdonamos a los demás, y lo más grave aún es que no nos perdonamos nosotros mismos.
- Doctor: por favor ayúdeme, tengo un problema muy serio. Mi bebé aún no
cumple un año y ya estoy de nuevo embarazada. No quiero tener hijos en tan
poco tiempo, prefiero un espacio mayor entre uno y otro...
El médico entonces le preguntó: -Muy bien, entonces ¿que quiere que yo haga?
Ella respondió: -Deseo interrumpir mi embarazo y quiero contar con su
ayuda.
El médico se quedó pensando un poco y después de algún tiempo de silencio le dice a la mujer: -Creo que tengo un método mejor para solucionar el problema y es menos peligroso para usted.
La mujer sonrió, pensando que el médico aceptaría ayudarla.
Él siguió hablando: -Vea bien señora, para no tener que estar con dos bebés
a la vez en tan corto espacio de tiempo, vamos a matar a este niño que
está en sus brazos. Así usted podrá descansar para tener el otro, tendrá
un periodo de descanso hasta que el otro niño nazca. Si vamos a matar, no
hay diferencia entre uno y otro de los niños. Y hasta es más fácil
sacrificar éste que usted tiene entre sus brazos puesto que usted no
correrá ningún riesgo.
La mujer se asustó y dijo: -¡No, doctor! ¡Que horror! ¡Matar a un niño es un
crimen!
- También pienso lo mismo, señora, pero me pareció usted tan convencida de eso, que por un momento pensé en ayudarla-.
Convenció a la madre que no hay la menor diferencia entre matar un niño que ya nació y matar a uno que está por nacer, y que está vivo en el seno materno.
¿Por qué se da el aborto? , ¿por qué se toma esa decisión? ¿Es una mala decisión?; personalmente creo que no es una mala decisión, pero muy probablemente tampoco sea la mejor.
Las razones del aborto, muchas y inimaginables, pero la mayor de todas creo que es la falta de educación sexual. La educación sexual es necesaria para nuestros niños y niñas, para nuestros adolescentes, para todos.
Más allá de las concepciones erradas de la iglesia de evitar el uso del condón, de los anticonceptivos, esta la falta de verdadera educación sexual por parte de los gobiernos, de los padres y madres, de las escuelas.
La sexualidad es algo natural al ser humano. La sexualidad es bella si se sabe disfrutar con responsabilidad, ya sea antes, durante o después del matrimonio.
Primero para juzgar el aborto, el cual es algo innecesario, debemos juzgar la educación sexual que hemos dado. No la que recibimos nosotros. Los tiempos cambian, tan así que cada segundo es más tarde.
Personalmente creo que la mujer y el hombre son responsables de la decisión de abortar. Si bien no creo en el pecado; tampoco juzgo el aborto. Sin embargo aún creo que es un asesinato.
Si una mujer toma la decisión de abortar, es su propia decisión. El concepto de vida es mucho más grande que cualquier decisión que nosotros tomemos.
El aborto no es solo cosa de las mujeres, es cosa de pareja, y en la pareja están los dos. Hombre y Mujer.
Yo estoy a favor de la vida, estoy por la libertad sexual de aquellos que ya son responsables de su cuerpo y de su vida. Pero también estoy a favor del perdón.
Si una mujer no quiere quedar embarazada, use anticonceptivos. Si una mujer quiere abortar debe tener el derecho de hacerlo, pero con el entendimiento de que esta matando a un niño, en el plano físico.
Si una mujer no quiere un niño, a lo cual tiene derecho, mejor use anticonceptivos, o de lo en adopción.
Si aún después de entender que no es lo más correcto abortar, decide hacerlo, lo único que puedo expresar es mi perdón. Pues ella a mí ya me perdono.
Si alguien ya aborto, no sé preocupe, así de claro: no se preocupe. Dios ya la perdono, tiene tiempo de hacer las cosas mejor la próxima vez.
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