FUNES CONSTRUYE UNA POLÍTICA EXTERIOR SÓLIDA

Mauricio Funes estuvo la semana pasada en México, donde se reunió, por segunda vez, con Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego, empresarios de grandes vuelos con inversiones alrededor del mundo, incluyendo en El Salvador. No es por casualidad que Slim y Salinas Pliego hayan recibido a Funes dos veces. Si bien no se conocen detalles de las pláticas, sí se sabe que ambos empresarios le dijeron a Funes que ellos no solo no ven razón alguna para retirar sus inversiones del país, en caso gane él la elección presidencial, sino que considerarían aumentarlas.

Funes es también un frecuente viajero a Guatemala donde se reúne con empresarios guatemaltecos y con el Presidente Colom. Lo que dicen Slim y Salinas Pliego se escucha también en Guatemala.

Con el presidente brasileño Ignacio Lula da Silva, Funes tiene relaciones muy estrechas, tanto políticas como económicas. De ganar Funes la presidencia su modelo político-económico sería Lula, quien ha manifestado su interés en que industrias brasileñas, sobre todo relacionadas con energía alterna se instalen en El Salvador.

El candidato presidencial del FMLN también ha sido recibido por jefes de Estado en Chile, Argentina y España.

Con su ir y venir, Funes está construyendo una política exterior sólida con los países que más importan. Le faltan algunos todavía, por supuesto, como Colombia, Perú, México y, eventualmente, Estados Unidos. Pero su accionar va en buen camino asegurando as sus interlocutores extranjeros de sus intenciones de gobernar enmarcado en principios democráticos, y dispuesto a defender los derechos de los inversionistas nacionales y extranjeros.

Su esfuerzo parece no surtir el mismo efecto en el país. ARENA ha engrilletado a Funes al FMLN y a este con los gobiernos socialistas de la región, principalmente el de Chávez y de Ortega.

En estas últimas semanas de campaña, Funes tiene que romper ese grillete y dar muestras de independencia y criterio propio. Bien haría en asegurar, por ejemplo, que el nombramiento de su gabinete será decisión suya y no del partido y dar pruebas de ello.

No importa cuán sólidas sean las relaciones de Funes en el exterior, importa más solventar la situación local y sacudirse ese San Benito que puede significar la diferencia entre la victoria y la derrota.

Tomado del Blog de Neto Rivas