Nota: Una contribución de Eligio D´Jesús
Ayer le regale dos dólares que me sobraban a tu perro, Este día el Universo me ha enviado y me enviara por los próximos meses:
Treinta cinco dólares mensuales!
Un compañero te critico por estar sin casa y tener un perro,
Mi corazón no lo acepto y le dije:
Tenemos que aprender mucho de ese hombre y su perro.
Más tarde cuando caminaba por el parque,
Y al ver la algarabilla del perro en tu compañía,
Que jugaba y se revolcaba de alegría con tu libertad,
Quise agradecerle al perro la lección de amor incondicional, que me regalaba.
No te pedía que trabajaras,
No te pidió que cambiaras vestuario,
Ni te pidió que lo amaras,
Simplemente vivía tu bella compañía,
Quizá el perro ve más que nosotros los humanos,
Y vio tu Verdadera Identidad,
Por favor agradécele a tu perro esta enseñanza.
Eligio D’Jesus
viernes, 27 de febrero de 2009
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