El infierno, ¿existe?

Lamento decepcionar a muchos, todos aquellos que se quieren ir para allá, jaja. Pero no existe. El diablo, antes de tratar el infierno, es una invención de los hombres para atemorizar a los demás, y como para qué dirían por allí.

Simplemente para que los demás hicieran lo que ellos deseaban, bajo amenazas, de que Dios no les ayudaría, que el diablo es más listo que Dios, se pueden imaginar, que el Diablo puede engañarnos, umm!!!.

Pero aparte de eso, de no cumplirse con las reglas que estos hombres ponían a los demás, adivinen adonde irían a parar, por supuesto, a la casa del diablo, el infierno mismo. Pero creen en su corazón, no en el razonamiento habitual, ni en el aprendido por siglos de los demás, sino en lo que dicta nuestro corazón; creen que esto es verdad, que Dios crearía seres para mandarlos al infierno, al sufrimiento eterno, y que como Poncio Pilatos se lavaría las manos diciendo, pobres no cumplieron con las reglas que puse, mensos estos, les di tentaciones, y fracasaron.

Y sé que muchos dirán, pero las tentaciones las pone el diablo, y yo pregunto, y el sexo es una tentación, y me dirán que sí, pero además que es irresponsable gozar fuera de las normas establecidas,. Cuando Dios, hasta donde yo sé, fue quien invento el pajarito y la cuevita. Debería estar loco por darnos juguetes que no podemos usar. Y como no esta loco!!. Sin embargo, recuerden que el Amor no se puede sustituir con el sexo, ni con el dinero, ni con la fama, ni con nada. Pero hay que gozar todo.

Dios y nosotros somos uno, no podemos ser diferente, Dios es todo lo que Es, y nosotros somos parte de ese Todo lo que Es, por lo tanto somos Dios, como una célula es parte de nosotros, y es una célula.

Si Dios nos elimina, o nos manda para el infierno, sería como reconocer que no es perfecto, que es Todo lo que Es. Se estaría autoeliminando, automandando al infierno. Entonces siendo Dios Todo, como separar el Todo, si no hay nada más que Dios!!. A menos claro, que haya algo más
que Dios, de esa manera Dios no sería quien es.

En un hermoso libro, Conversaciones con Dios, se hace una reflexión bellísima, "La gente siempre creerá en el infierno y en un Dios que los enviará allí, mientras crea que Dios es como el hombre despiadado, interesado, que no perdona y que es vengativo". Ese no es Dios, el Padre de Todo lo que Es.

Mucha gente no puede imaginar a un Dios más allá de lo que nosotros los seres humanos somos, por eso, aceptaron las enseñanzas de muchas iglesias, el "temer la terrible venganza del Señor".
Pero por que esto de un Dios enojado, un Dios castigador, era como si la gente no confiará en si mismos, en su corazón, para ser buenos, para actuar de acuerdo a su conciencia y tenía que tener a alguien para que la obligará ser así.

Quizá alguien piense, si por la naturaleza malvada del hombre, recuerda el pecado original. Sin embargo yo pregunto cual pecado, esa es carreta, mentira o como se le quiera llamar, es pura paja. Nuestra naturaleza es el Amor, la fuente de donde venimos. No hay pecado original, hay Inocencia Original.

La iglesia, allá aquella que se sienta ofendida, creo la idea del pecado, del castigo, pero también del perdón por la confesión, por la penitencia; creo al mismo tiempo otras formas de "pagar por nuestros pecados", hasta las indulgencias compradas.

Y aquel que no cumplía se iba derechito al infierno, y con el tiempo si hacía un par de cosas, no era el infierno, sino el purgatorio, y el limbo para los no bautizados, etc. Y todos los seres pensantes dimos como cierto todo esto.

Si Dios quiere exclusividad para unos, clases dominantes, altos mandos de la jerarquía religiosa, razas o algo, entonces es un dios hecho a imagen y semejanza del hombre. Si es un Dios de Amor, que quiere por igual a sus hijos y que jamas condena, por lo tanto jamás envía al infierno, entonces es Dios, un Dios que creo al hombre a imagen y semejanza del Padre.

Nuestra tarea es recordar quienes somos, Hijos de Dios, del Dios verdadero, del Todo lo que Es. Del Dios de Amor, que no es nada más que Amor, pero sabiendo que no hay nada más que el Amor.

Acaso es esto un permiso para "pecar" o "hacer lo que uno quiera", la respuesta es la misma, no se puede cambiar algo por el Amor. Si uno es feliz, sin dañar a Dios, entonces haga lo que quiera, a Dios no lo podemos dañar, pero nuestro corazón sabrá el camino correcto a donde queremos llegar.

Si queremos ir de El Salvador a México, y verificamos que vamos por buen rumbo, pues ya llegamos a Guatemala, entonces estamos en la ruta adecuada, pero si nos damos cuenta que nuestras acciones nos llevan a Argentina, entonces debemos cambiar el camino.