Lunas perdidas en la distancia donde mis ojos terrenales no alcanzaron a las princesas de cuento que para mí, nunca nacieron
A las que vieron la luz, mi pasión alcanzo a matarlas, con un golpe de amor; sin inocencia, ni razón.
Caballeros templarios
de rostros olvidados,
justas infernales entre ángeles caídos, mi conciencia perdida y los recuerdos casi olvidados de las notas de un viejo jazz
juntos resuenan en mi mente,
como cigarras en mi tierra
Te extraño hoy, alma mía;
y ni siquiera se quien eres Años atrás el consuelo de saber que existes
Se borró de mí
más tu canto aun llena mi alma de esperanza perdida
en la noche
de mi muerte primera.
La nostalgia llena de placer a la certeza de ignorar desde entonces hasta hoy los gritos que salen de la razón
Y, ese entonces, inicio la última vez que saboree tus labios en mi ser.
martes, 15 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios :
Publicar un comentario