Nubes pasajeras, ventiscas huidizas
Mares eterno de pasión desmedida
Mezclados en silicón y carbono
Hoy en la remota madriguera
Las noches de luna se convierten en bacanales
En misas santas
En tormentas llenas de recuerdos
Recuerdos de luz
Recuerdos de llanto
En ríos de esperanza
Mujeres somnolientas con olor
A vino, uvas pasas,
Mártires del dolor
Reinas del sabor
De la tristeza princesas
De un día milenario en la memoria vacía
De un santo de madera
Que sus ojos el tiempo comió.
martes, 15 de abril de 2008
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