miércoles, 9 de abril de 2008

Sin Nombre

Vuelan las horas
de la espera nupcial
largas las hojas del maizal
que saciara el hambre
de un infante sin rostro

Sin rostro ni nombre
sin amor y cariño
sin pan ni café
sin patria ni gloria

Vuelan las hojas del árbol
que fallece tirado
en el estiércol inmundo
de tus ojos sin sal

Niños hermosos, vagos eternos
que caricias esconden
en su mundo sin pan

Entre buses y tú, entre humo y yo
se esconden los hijos del salvadoreño común
sin vara para corregir, sin amor que prodigar

Sin madre que consuele

sin padre que te ame
se cría el vago, el abandonado
y el olvidado
sin rostro ni nombre
si tu amistad y la mía
sin tu consuelo

Sin sol ni luna,
sin gobierno ni Patria
sin vida ni amor

esperándote a ti
como hijo de Dios

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