jueves, 3 de julio de 2008

Ingrid Betancourt, libre!, Uribe más allá de la ideología

Cuando escuche que Ingrid Betancourt había sido liberada, sentí una alegría profunda. Pues creo que tantos años de cautiverio son una locura, y la sin razón de privar a alguien de la libertad por razones políticas, es aberrante.

Ingrid es solo una de las 15 personas liberadas. Los civiles son secuestrados, los militares y policías, ¿prisioneros de guerra?.

No soy quien para juzgar a las FARC, sin embargo creo que han pasado a ser la parte triste de la treta más grande de la historia reciente. Se los bajaron con ganas, en buen salvadoreño. Ignorancia, credulidad en extremo, o una tremenda actuación digna de un Oscar, un Globo de Oro, o lo que sea por parte del ejército colombiano. Aplaudo la audacia del ejército colombiano, ojalá y fueran así de limpios siempre. A las FARC, hombre que decir de ellos; no han quedado como muy listos que digamos.

No comulgo con todas las ideas de Álvaro Uribe; sin embargo debo admirarle su determinación, positivismo y arrastre de popularidad que tiene. Creo que esa determinación, a pesar de ser de ultraderecha, le ha ayudado mucho en darle el rumbo a Colombia que él quiere. No puedo decir que es un rumbo bueno o malo, es simplemente es un rumbo en el que muchos colombianos creen y se suman. Digo esto no como resultado del análisis de encuestas o indicadores de cualquier tipo. No, lo digo por que viví en Colombia y uno puede percibir a la gente, al común de la gente. Y muchos creen en Uribe, no tanto en la derecha, ni en la izquierda, solo en Uribe. Pues es un personaje que los ha hecho creer que las cosas pueden ser diferentes. Y ha demostrado con hechos contundentes que es como él dice. Eso necesitamos en El Salvador, espero que Mauricio Funes sepa determinar cual es el rumbo que quiere darle a El Salvador. Y allí, contra viento y marea, haga prevalecer los intereses de El Salvador, de la mayoría de Salvadoreños, a pesar de Arena, de los malos empresarios y de quien sea.


Mientras viví en Colombia tuve la oportunidad de compartir, en alguna ocasión, muy de cerca con Uribe, y es una persona carismática, con presencia, un líder que refleja humildad. A pesar de que no comulgo del todo con las ideas de derecha. Debo decir que es una persona admirable. A pesar de su pasado triste apoyando, o supuestamente apoyando a las AUC, grupos paramilitares de derecha; asesinos despiadados.

El pasado es un lastre que solo nos deja varados en el presente, el futuro es algo tan incierto. Claro que hay que planificar, pero creo sobretodo que lo que deseamos como personas y como pueblos, lo podemos hacer en el presente, y eso esta haciendo este señor en la vecina Colombia. Una buena parte de los colombianos han creído en él. Eso es lo que los nuevos líderes en El Salvador deben buscar, demostrar con hechos, que si se puede.


La liberación de Ingrid Betancourt le asegura a Álvaro Uribe un lugar en la historia, no solo por la liberación como tal, sino por la forma en que se realizó, digna de una película. La determinación que tiene como presidente, de arriesgar el todo por el todo; es quizá la carencia más grande de los últimos presidentes de El Salvador, vaya a usted a pensar cuales y cuántos. Pero la verdad es que los últimos han preferido seguir la corriente, no enfrentarse a nadie y desvalorizar más a los salvadoreños; eso antes que tomar decisiones importantes en rubros como el transporte, el petróleo, comunicaciones, bienestar social, etc. Los últimos gobernantes salvadoreños solo se han dedicado a la gloria personal, a favoritismos políticos y a hacer nada por el pueblo. Hay un chiste que adaptaré a los gobernantes salvadoreños: ¿Qué es más grande que Dios, más malo que el diablo, los ricos lo necesitan, los pobres lo tienen, y es lo que los gobiernos salvadoreños más han hecho por su pueblo?, pero debes saber que si te lo comes te mueres. La respuesta: Nada

Esa determinación es importante, Uribe tiene una determinación quizá solo parecida a la Fidel Castro, quien desafortunadamente no ha tenido el apoyo de la cocinera principal. Cuando comparo a Uribe con Castro lo hago únicamente en determinación, en nada más. Determinación es algo que falta en América Latina. Donde además hay pocos líderes reales, muchos dirigentes solo les encanta criticar y otros tantos que solo abren la boca. Hay muchos dirigentes políticos, pero pocos líderes. ¿Mauricio Funes puede ser ese líder que necesita El Salvador?. Personalmente creo que sí.

Ese liderazgo involucra el hecho de usar la inteligencia, la astucia, la determinación, y arriesgar, saber arriesgar; ce las cosas que me llamaron poderosamente la atención mientras viví en Bogotá fue que parte de la fuerza pública, la policía, los bachilleres recién egresados podían prestar sus servicios como "policía" comunitaria, uniformada y vigilando. Esto no es nuevo, pero gente vestida de policía, en las calles sin armas, solo con bastones, para hacer valer la ley. Vaya que si me impacto. Y el respeto que se ganan.

El día del niño lo celebran en grande, pero es una celebración que me llamo fuertemente la atención, si bien son estrategias de fidelización de la población. En todos los barrios, populares, de clase media y hasta en los de clase alta, hay celebraciones hechas por la policía, uniforme verde olivo, y pintados como payasos. Mi recuerdo de niño era que cuando veía a la policía, me daba miedo. Y aún hoy en día, mucho de los niños ven en la policía, en el ejército, gente a la que hay que tenerle miedo. Ven en ellos agresores y no protectores.

En el banco que asesoraba, formamos equipos de estudio, equipos para trabajo en campo, y los muy hijos de su madre, me mandaron a las zonas más conflictivas, y yo sin saberlo. Así que Norte de Santander, San Vicente del Caguán, entre otros, se hicieron mis sitios más frecuentados. Una cosa era viajar en avión o avioneta hasta estos sitios, donde te recibía el ejército pidiéndote papeles y de entrada por que estabas allí. Y otra era viajar en bus, entre la ciudad de arribo y el sitio de destino final.

En una ocasión, viajaba en un bus, llegue a Neiva, y al salir de la ciudad, encontramos un retén del ejercito; y aunque no me crean, mucho si lo harán, jaja, sentía una culillera como esas cuando paraba el ejército en El Salvador. Mi sorpresa fue que el soldado se quitó el rifle, se lo entrego al otro que tenía a la par y se subió al bus. Una vez allí, dice más o menos estas palabras: "Buenos días señores y señoras, soy el cabo fulanito de tal, perteneciente a la nnn brigada, y si no tienen inconveniente los invito a bajar del vehículo para una revisión de rutina" En ese momento mis neuronas no computaban bien, es decir, un soldado pidiendo amablemente que uno bajará. Pero la cosa no se quedo allí. Una vez abajo, se me acerca otro tipo, y me dice, "me permite revisarlo", y obvio no vas decir que no. Una vez me reviso, me dice, sería tan amable de mostrarme una identificación. .... La onda es que yo me sentía hasta agradecido, pensé que era la guerrilla la que me estaba revisando. Digo por lo amable y los buenos modales. El punto es que en Colombia, el gobierno ha sabido usar la inteligencia y no solo la fuerza estúpida, perdón que diga, la fuerza bruta. Eso falta en nuestro país, pues en El Salvador ya hoy por hoy, la PNC se da el lujo de golpear a quien captura, y exhibirlo, darse el lujo de barbarie.


La liberación de Ingrid Betancourt, es una bendición para ella y su familia, y deja en evidencia, que la determinación es importante en la vida. Que los cuentos de camino real se los traga cualquiera, y que Latino América necesita líderes que piensen en su gente y la hagan sentirse cómoda.


Si la liberación se quiere ver como un milagro, como ya alguien me dijo por aquí, creo que los milagros no son la suspensión de una ley natural, sino la implementación de una ley superior.


América Latina, en especial El Salvador, no necesita de izquierdas o de derechas, solo necesita líderes comprometidos con la justicia social, con la libertad y con el pueblo. Lo demás sale sobrando.

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