Sonidos mágicos de culturas perdidas,
resuenan hoy con notas de un nuevo mundo
donde se escribió la historia de la noche última
de la vida del hijo del hombre.
vuelos como el águila he soñado hoy,
mas mis pies del suelo no se separan ya
cantos Normandos, baladas Celtas esas que sueño,
jamás vienen a mí
Solo llega el ave rapaz
Que la primavera se llevo
Y me ha dejado solo
un nido lleno de dolor.
Mil castillos, grises como mi paz,
la leve ventisca derrumbo;
la piedra molió y perforo
las entrañas donde resguardaba tu amor
Lágrimas no caen ya
mis ojos secos están
te contemplo solo en mis sueños
pues al verte dormida no puedo recordar tu rostro
sin ser capaz de la nostalgia del ayer invocar
Amada mía
Donde estas ahora
Si en mi cama a quien encuentro es aquella
que odia mi ser y lo que de él pueda surgir
Amada mía vuelve ya de tus mares de rencor
amada mía mis años de pelo cano
contigo quiero disfrutar sin recordar
cada día de nuestra juventud
Amada deja que el mar de mi amor pueda lavar
las heridas que mis palabras cortaron en ti.
Princesa del milenio
Dejame amarte sin dañar tu vientre
Dejame amarte sin partir mi vida
Dejame amarte sin partir mi Dios
Piedra mía
dime donde estas esta noche
y poder armonizar mi entraña
con tu vuelo de cóndor que al paraíso me llevo.
Moro
jueves, 19 de junio de 2008
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