
Una tan sola, cuando disfrutaría de cada una hasta el final de mis años como el hijo de Dios
Recuerdo las luces, los cielos pintados de verde apareciendo en el horizonte mientras que mi corcel de rojo se vestía
Recuerdo la cercanía al puerto
Más no recuerdo tu satisfacción
Luciérnagas gigantes aparecían ya y la mañana llego tan pronto como tu partida,
Como el viento, el cielo se volvió azul al paso de tu partida cuando aún de negro se vestía
Como el caballero que siempre soñé haber sido en mi vida pasada donde te disfrute como princesa en mi palacio.
Aún te amo
Y la distancia
Solo abre la razón
...
Moro
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