jueves, 30 de octubre de 2008

Ridículo de Alejandro Fernández en inauguración de la Cumbre Iberoamericana



Nota de Moro:

Para mí fue un honor que un cantante de la talla de Alejandro Fernandez cantara nuestra música, pero me da profunda tristeza ver como algunos salvadoreños, comenzando por los gobernantes y el partido arena desprecían a los artistas nacionales. Dado que fueron ellos los organizadores.



¿Quién realmente hizo el rídiculo, él cantante que con toda buena voluntad asistió a un evento donde le han pagado; o los organizadores que no tuvieron la voluntad de fomentar el talento nacional?

¿Quién creerá que si la cumbre fuera en México, pondrían a un salvadoreño, o hondureño o colombiano a cantar? o ¿Si la cumbre fuese en Colombia pondrían a una mexicano a cantar?

Yo no me engaño


Tomado de http://www.ciudadanocero.net/


Ningún medio de comunicación se atrevió a decirlo, pero la verdad es que el mexicano Alejandro Fernández hizo anoche el ridículo en la inauguración de la XVIII Cumbre Iberoamericana, no solo porque dejó ver su lado machistas, sino también porque desvarió en el escenario, rompió el protocolo y, para colmo, ofendió a los todos salvadoreño al olvidar la letra de El Carbonero.

Sino fuera porque el presidente Antonio Saca lo mandó a traer (y a saber cuánto cobró o no cobró) para cantar éste que es nuestro segundo himno nacional, nadie se sentiría agraviado. Pero la realidad es que el mexicano olvidó la letra (¡NI SE LA PODÍA!) a demás de haberle cambiado las entonaciones y el ritmo. ¡Qué malinchistas nos vimos como nación! ¿Porqué no se le pidió a Álvaro Torres, Henry Mejía o cualquier otro cantautor o interprete nacional que cantara nuestro El Carbonero? Creo que Francisco Antonio Lara Hernández (Pancho Lara) debe estarse revolviendo de la cólera en su tumba en el Parque Memorial La Resurrección. (foto del sitio www.pancholara.com)

Pero el ridículo continuó, rompió el protocolo al saludar al rey Juan Carlos de España y dejó ver su lado machista al momento que saludaba al rey e ignoró a la única mujer presidenta que se encontraba en la mesa principal y sentada a la par del rey, la chilena Michelle Bachelet; fue notorio que ella se incomodó con lo ocurrido y hasta el rey se percató de la situación y, como todo un caballero para apaciguar un poco la situación, aprovechó que Fernández les dio la espalda para hacerle un comentario a Bachelet y ambos rieron.

Luego el mexicano desvarió hablando de la cumbre, la pobreza, la juventud y me pareció que hasta el presidente de México, Felipe Calderón, se sintió incómodo con lo que estaba diciendo Fernández.

Pero lo más patético fue ver a la primera dama, Ana Ligia, lanzando besos al mexicano en el escenario...

Al final de su intervención se lanzó del escenario y fue a besar a la primera dama, asustó a la reina y siguió saludando a todas las esposas de los mandatarios que estaban presentes.

¡Qué malinchistas somos los salvadoreños!

1 comentarios :

Anónimo dijo...

Aquí cabe bien el dicho aquel que dice "el problema no es del indio, sino de quién lo hace compadre". Primero: ¿quién lo contrato? por alli debemos de empezar.