Cuando se le da pan al que tiene hambre lo llaman a uno santo, pero si se pregunta por las causas de por qué el pueblo tiene hambre, “lo llaman comunista, ateísta”.
Pero hay un "ateísmo" más cercano y más peligroso para nuestra Iglesia: el ateísmo del CAPITALISMO cuando los bienes materiales se erigen en ídolos y sustituyen a Dios.
Monseñor Romero, 15 DE SEPTIEMBRE DE 1978
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