Me enseñaste a amar sin rostro,
a enamorarme sin saber que existes
a ver lo fantasía de las ilusiones
como una maravilla en lugar de un monstruo
Soñar contigo no fue difícil,
enamorarme de ti fue aún más fácil
añorarte más allá de la razón
y creer en ti, como un iluso, no fue una desilusión
Fuiste un aprendizaje hermoso,
sin huellas, y sin aliento, Sin piel y sin rostro,
aún así te tatuaste en mí, traviesa
y por eso siempre serás mi princesa
Al amarte sin rostro, me enseñaste
a amarte más allá de la razón aparente
y aprender de tus palabras, a sentir sed de ti
sin vergüenza y sin pudor, en lo profundo de mi
Por primera vez, en mil años, te ame a ti sin verte,
sin plasmar mi huella, sin extasiar tu vientre
y me quede con los recuerdos de lo que nunca fue
en mis labios llenos de ti, con sabor a siempre.
Gracias,
Moro
jueves, 22 de abril de 2010
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1 comentarios :
que buen post!
(y)
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